Croquis y renders: el arte de imaginar una ciudad antes de construirla

17-06-2025

Antes de que exista un edificio, una plaza o una calle, existe una idea. Y esa idea se dibuja. Croquis y renders son lenguajes visuales fundamentales para proyectar el futuro urbano.

La ciudad que habitamos hoy fue, alguna vez, un trazo en papel o una imagen digital aún no renderizada. El diseño urbano y arquitectónico se apoya en herramientas visuales que permiten imaginar, anticipar y comunicar proyectos antes de que estos se materialicen. Entre ellas, los croquis y los renders son dos formas complementarias —y profundamente creativas— de pensar la ciudad antes de su existencia.

Lejos de ser solo técnicas gráficas, estas herramientas son expresiones de visión, intención y sensibilidad. A través de ellas, arquitectos, urbanistas y diseñadores narran una historia que aún no ocurre, pero que está por construirse.

El croquis: intuición y gesto en papel

El croquis es el primer impulso creativo. Se trata de un dibujo rápido, generalmente hecho a mano, que permite explorar ideas, formas y relaciones espaciales sin la rigidez de los planos técnicos. Su valor no está en la precisión, sino en la capacidad de capturar la esencia de un proyecto en sus primeras etapas.


Muchos arquitectos destacan que el croquis permite una conexión directa entre mente, mano y espacio. Es libre, emocional y abierto al cambio. Es también una forma de pensar mientras se dibuja: las proporciones, la luz, el uso del lugar y su relación con el entorno comienzan a tomar forma desde ese primer trazo.

El render: detalle, luz y realismo anticipado

Cuando la idea ha madurado, el render entra en escena. Este recurso digital permite visualizar con un alto grado de realismo cómo se verá un proyecto terminado. Materiales, texturas, mobiliario, vegetación y contexto urbano se integran en una imagen que permite al cliente, a la comunidad o al equipo técnico imaginar el espacio como si ya existiera.


El render es también una herramienta de comunicación estratégica. Ayuda a vincular emocionalmente a las personas con un proyecto aún no construido, facilitando procesos de aprobación, venta o comprensión general del impacto urbano.


A diferencia del croquis, el render requiere precisión, software especializado y un manejo técnico avanzado. Pero, sobre todo, requiere intención: cada render es una representación pensada para generar una sensación específica.

Del dibujo a la ciudad real

Croquis y renders no se oponen. Al contrario: son complementarios. El primero permite imaginar sin restricciones; el segundo, traducir esa imaginación en una propuesta tangible. En conjunto, construyen un puente entre la creatividad y la ejecución, entre la idea y el territorio.


En el desarrollo de ciudades, barrios y espacios públicos, estas herramientas también permiten discutir colectivamente sobre el diseño urbano. Un croquis puede disparar una conversación entre arquitectos. Un render puede facilitar el diálogo entre ciudadanía y municipio. Ambas permiten anticipar y mejorar decisiones antes de que se ejecuten.

Dibujar para habitar mejor

En un momento donde las ciudades enfrentan desafíos urgentes, desde la sostenibilidad hasta la integración social, pensar bien antes de construir es más relevante que nunca. Y pensar bien implica imaginar con libertad, proyectar con precisión y comunicar con claridad.


En Puerto + Arquitectura, estos lenguajes visuales son parte esencial del proceso de creación. A través de croquis que capturan el espíritu del lugar y renders que proyectan una vida futura real y posible, la marca desarrolla proyectos que no solo responden a la necesidad de habitar, sino que proponen una experiencia integral de ciudad.