Siete decisiones que pueden envejecer un espacio y cómo evitarlas

08-08-2025

Iluminación poco pensada, muebles excesivamente coordinados o baños con soluciones obsoletas. Algunos errores de diseño interior siguen apareciendo incluso en espacios nuevos, y pueden restar calidad estética a largo plazo.

Aunque cada hogar debiera reflejar la personalidad de quienes lo habitan, ciertos tropiezos de diseño tienden a repetirse y afectan directamente la percepción del espacio. Especialistas en interiorismo han identificado una serie de elecciones que, más allá de modas o gustos personales, envejecen visualmente una vivienda.


La buena noticia es que corregirlas no exige grandes reformas, sino sentido común, visión a largo plazo y atención al detalle.

Apostar por una única fuente de luz

Una lámpara de techo potente no basta para construir atmósfera. Dejar todo el peso lumínico en una sola fuente genera ambientes planos y fríos. La alternativa es trabajar con capas: luz ambiental, luz puntual para tareas específicas y luz decorativa. Las lámparas de pie, las de muro o incluso las tiras LED bajo repisas suman carácter sin esfuerzo extra.

Comprar muebles en conjunto

Tener todo el living o el dormitorio con el mismo tipo de mueble, color y terminación puede parecer una decisión segura, pero en la práctica, le resta profundidad visual al espacio. Hoy se busca mezclar piezas con historia, texturas complementarias y estilos diversos, aunque bien articulados. Eso permite que cada casa —o departamento— construya su propio lenguaje.

Dejarse llevar por tendencias sin pensar en el uso

Incorporar elementos de moda puede ser útil para renovar un ambiente, pero cuando se basa todo el diseño en eso, el resultado suele quedar desfasado rápidamente. Acabados demasiado brillantes, paletas estridentes o muebles de formas exageradas tienden a pasar de moda antes de tiempo. Los interioristas recomiendan privilegiar materiales nobles, tonos neutros y soluciones adaptables a distintas etapas de la vida.

Usar barnices brillantes en zonas estructurales

Barandillas de madera con alto brillo, balaustres ornamentales o terminaciones muy pulidas en espacios de paso pueden aportar poco y restar actualidad. Optar por acabados mate, estructuras metálicas o madera sin excesos decorativos permite mantener una estética más sobria y duradera.

Descuidar la distribución

Un ambiente puede tener buen mobiliario, pero si la circulación no fluye, todo se ve forzado. Una buena distribución define usos y mejora la experiencia de habitar. En ese sentido, soluciones como estanterías de suelo a cielo o paneles ligeros ayudan a separar sin cerrar, algo cada vez más valorado en tipologías compactas o multifuncionales.

Recargar la cama con adornos o materiales de moda

Camas tapizadas en terciopelo, cabezales ornamentales o demasiados cojines pueden verse bien por un tiempo, pero tienden a saturar visualmente el dormitorio. Hoy priman los tejidos naturales, líneas simples y estructuras limpias, que construyen un entorno más amable para el descanso.

Instalar bañeras esquinadas de acrílico

Lo que antes se pensaba como una solución funcional hoy se percibe como una interrupción visual. Las bañeras exentas, con formas orgánicas o rectas, aportan equilibrio y elevan el nivel estético del baño. Además, permiten reorganizar mejor el espacio y dar protagonismo a materiales como la cerámica, el mármol o el porcelanato.


Estas observaciones no se limitan a casas antiguas. Incluso proyectos nuevos pueden caer en estas decisiones si no existe un criterio claro detrás. Por eso es relevante que desarrollos inmobiliarios integren desde el inicio soluciones pensadas en el largo plazo.


En edificios como AV+, por ejemplo, el foco está en materiales atemporales, iluminación eficiente y distribuciones que permiten una decoración flexible sin sacrificar elegancia. Lo que permanece en el tiempo no es lo que sigue la moda, sino lo que fue bien diseñado desde el comienzo.